Thomas Edward Lawrence; Tremadoc, Reino Unido, 1888-Moreton, id., 1935) Escritor y militar británico. Hijo ilegítimo de un aristócrata, creció bajo la influencia de una madre dominante. Estudió lenguas clásicas y arqueología en Oxford y viajó por Francia, donde las fortalezas medievales despertaron su interés por las Cruzadas y las culturas del Próximo Oriente; con este destino partió en 1910 en una expedición arqueológica con el equipo del Museo Británico.
Recorrió en bicicleta Siria, Líbano, Palestina y otros puntos de Mesopotamia, lo cual le permitió conocer los pueblos y la lengua árabes. En el yacimiento de Carchemish conoció a Sheik Ahmed, un muchacho de quince años con quien se quedó a vivir, para escándalo de los nativos que trabajaban en la excavación. En 1914, poco antes del estallido de la Primera Guerra Mundial, entró en la Sinai Survey, compañía topográfica dirigida por lord Kitchener, que era en realidad una tapadera del espionaje militar británico, a cuya oficina de El Cairo fue trasladado al cabo de unos meses.
La película es el resultado de la primera colaboración entre el guionista Robert Bolt (Doctor Zhivago, La Misión) y el realizador David Lean. Bolt escribió su aventura en el desierto a partir de las memorias que el propio Lawrence narró en su libro "Los siete pilares de la sabiduría", pero dibujó el carácter del héroe según él mismo lo concebió. Al metódico Lean tocó sacar lustre al extensísimo guión. Experto en contar historias íntimistas y en dotar a sus personajes de una enorme riqueza interior, el director hizo algo que parecía imposible: trazar con profunda meticulosidad los caracteres de los personajes y conseguir a la vez una epopeya grandiosa de las hazañas de Lawrence y de la campaña británica en Oriente Medio.La factura visual de la película es inolvidable. Es famosa la elipsis inicial en la que Lean parte del fuego de un fósforo en una habitación de El Cairo para trasladarnos al rojo sol del desierto. Las imágenes que siguen son de una belleza estremecedora, una sucesión de planos panorámicos inigualables donde vemos dos figuritas que avanzan parsimoniosas por un inmenso mar de arena. 
Cita de Lawrence de Arabia: "hay momentos o épocas de nuestra vida en las que quedamos suspendidos sobre el vacío de los brazos que nos han dejado y, entonces, somos víctimas de las miserias heredadas por la educación y la sangre. Eso supone el regreso a una prehistoria sentimental en la que los posibles logros quedan eclipsados por los temores que envilecieron el ayer y vuelven insoportable el presente".
1 comentario:
Saludos don Karlos Navarro. Bienvenido al mundo de los blogs.
Maravillosa película Lawrence de Arabia. Extraordinaria secuencia de escenas. Exitos en su blog!!!
Axel Lewis, de http://Locusliterario.com
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