El film concretamente relata el momento en que Alemania pierde la Gran guerra el a fines de 1918, pero se centra en el momento mismo en que Hitler ha comenzado a concretizar sus planes expansionistas y reivindicativos sobre Europa. Respecto de este punto, el film nos menciona la ocupación de Osterlich, refiriéndose a la ocupación que Hitler hace de Austria para anexarla a Alemania. Con Alemania ahora rearmada y con un contingente poblacional ansioso de venganza y recuperación de gloria emprendió sus planes de expansión. Si bien, todo el filme es una sátira contra los gobiernos dictatoriales conducidos por Mussolini y Hitler, el mensaje de trasfondo que podemos dilucidar es evidentemente pacifista, en donde se da una preponderancia sublime a la democracia, considerando la como el gran modelo al que las naciones del mundo deben aspirar. Se subraya esencialmente los planes racistas en los que Hitler se inspiraba, especialmente los problemas que el pueblo Judío hubo de afrontar una vez que Hitler ordenó su política antisemita, procediendo en primer lugar a confinar a la población judía en guetos, para luego enviarla a los campos de concentración y exterminio, a través de los cuales se pretendía depurar la raza alemana. Con todo ello, vemos que la sátira es evidentemente un durísimo y sincero ataque contra el fascismo.
El cómico y cineasta británico Charles Chaplin es una de las personalidades más destacadas de la historia del cine. Las películas que dirigió y protagonizó han mantenido su popularidad a lo largo de los años y continúan siendo contempladas con deleite por personas de distintas generaciones.
Figura pionera de la cinematografía, Chaplin supo sacar partido de sus extraordinarias dotes como mimo para convertirse en uno de los personajes más populares del cine mudo. Destacó por su capacidad para combinar el humor con el sentimentalismo en unos argumentos de gran complejidad. Su gran dominio de la gestualidad y su capacidad para crear situaciones hilarantes le permitieron superar las limitaciones que imponía el hecho de no poder valerse del lenguaje oral. De esta manera, elaboró un cine basado en la pantomima y en la expresividad de la imagen, que ha sido imitado décadas después por cómicos como Mel Brooks o Mister Bean.
1 comentario:
Su mejor película no es el Gran dictador eso sin duda alguna porque ese lugar lo ocupa La quimera del oro.
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