5 de noviembre de 2009

Julio Cortázar-Capitulo 7-Rayuela



Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua.


Rayuela es una novela del escritor argentino Julio Cortázar publicada en 1963. “De alguna manera es la experiencia de toda una vida y la tentativa de decirla de llevarla a la escritura.” Responde Cortazar cuando le preguntan qué significa para él. "Rayuela" es una de las obras centrales del boom latinoamericano. El estilo que se mantiene a lo largo de toda la obra es muy variado, llegando inclusive al surrealismo en determinadas partes (algo bastante extraño en ese tiempo, debido a que el surrealismo literario no se habia masificado todavia). Rayuela es una de las primeras obras surrealistas de la literatura argentina.

A la lectura tradicional, es decir empezando por la primera página y siguiendo el físico del texto hasta llegar al último capítulo, el Tablero de dirección de las primeras páginas del libro propone uno completamente distinto. Ese orden, con varios elementos estilísticos del collage, no sólo es particular sino que comprende textos de otros autores y ámbitos. A esas dos alternativas se suma una lectura "el orden que el lector desee", una posibilidad asimismo explorada en su 62/modelo para armar.

Lo que plantea este libro es la negación de la cotidianidad, para poder abrirse a otras realidades, donde las situaciones más absurdas se toman con total ligereza hasta lo más trágico es, tal vez, tomado con sentido del humor. Estos caminos que se plantean, y son un camino más para llegar al cielo de la Rayuela.
Muchos críticos se refieren a Rayuela como una antinovela, por el carácter innovador, ya que rompe con todos los canones preestablecidos en la época de su edición. Sin embargo, no puede decirse lo mismo por parte del autor. Cortázar afirma en una entrevista que el término "antinovela" le parece una "tentativa un poco venenosa de destruir a la novela como género" por lo que prefiere el término de contranovela. Cortázar busca con esta obra "ver de otra manera el contacto entre la novela y el lector", incitando a éste a que modifique su actitud pasiva frente a la obra, para tomar parte activa y crítica. De esta manera, formarse “Una polémica en ausencia (…) Una especie de polémica entre un autor y un lector.”

La rayuela constituye, corno muchos otros juegos, un pequeño enigma etnológico para los estudiosos, que no se han puesto todavía de acuerdo sobre sus orígenes y le han atribuido, como a los naipes, significados míticos, mágicos, religiosos, cabalísticos, etc., relacionándola con los progresos del alma, con ceremonias y ritos de pasaje, con el laberinto y la espiral, etcétera. En la Rayuela, el 1er casillero, representa la niñez, el 2do, la juventud y el 3ero, la vejez. En el 4to y el 5to, debemos darnos vuelta para mirar el recorrido, el mismo que nos levara al cielo. Lo que plantea Cortazar, es que si uno tira la piedra, nunca sabremos en qué casillero caerá, pero lo que sí es seguro, es que estos caminos pueden cambiar de la noche a la mañana, solamente hay que buscar el cielo propio, el “corazón del alcaucil”.

Hay que tener en cuenta las influencias en esta obra de autores como Thomas Mann (La montaña mágica), James Joyce (Ulysses), entre otras novelas "intelectuales", como señala el profesor Andrés Amorós en su prólogo a Rayuela(Ed.Cátedra).

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